Actualmente, en las redes sociales (y hablo específicamente de Twitter donde mi experiencia personal ha sido mucho más enriquecedora) se ha generado una magnífica comunidad docente que intercambia recursos educativos, se ayuda mutuamente en cuanto a dudas en la práctica docente, reflexiona sobre inquietudes que forman parte de la realidad de las aulas, etc. El #claustrovirtual es sin duda un ejemplo de cómo las redes sociales pueden ser constructivas.
Ahora bien, el esfuerzo y trabajo que hay detrás de todos esos recursos que se comparten libremente en las redes sociales o en repositorios, se identifica a través de licencias de uso con las que se garantiza un correcto aprovechamiento de los mismos. Puedes usarlos pero con algunas indicaciones.
Y, ¿qué indicaciones escoger para garantizar que tus recursos pueden usarse pero que reconocen tu trabajo? Pues hay muchas alternativas, unas más restrictivas o privativas y otras más libres. Y para hacerlo algo más sencillo he creado esta infografía de ayuda:
Así que, por un lado, no olvides incluir siempre una licencia en tus recursos si los compartes y por otro, si los reutilizas o adaptas recuerda citar a quien generó el primer material.
Sigamos construyendo comunidades docentes respetuosas del trabajo ajeno.